miércoles, 15 de febrero de 2012

Las ayudas en el camino

Son muchos los sitios y muy diversas las ayudas que te esperan en el Camino.

La base son los albergues, que pueden ser públicos o privados. Además, hay muchos hostales y hoteles que te ofrecen todo tipo de servicios. Los bares, mesones, tiendas en las ciudades etc. están muy sensibilizados con las gentes que hacen el camino y su amabilidad y disposición siempre están ahí para el que lo necesite. Incluso las gentes de las ciudades del “camino francés”, que fue el que yo recorrí, tienen muy presente que la mayor parte de los peregrinos quieren compartir y por tanto, se establece enseguida una complicidad entre los que van andando y los que están en las ciudades del camino que deja a todos satisfecho, es un intercambio constante, intenso a veces y siempre gratificador.

Los albergues tienen sus normas, al menos los públicos en su mayoría. Una de esas normas es que no se pueden hacer reservas… el primero que llega tiene preferencia para ocupar cama. Los problemas llegan en el verano cuando la gente se levanta muy temprano (4 ó 5 a.m. para llegar al siguiente punto de descanso y hacer cola a la puerta del albergue hasta que abren y “pillan” cama). Salvo el verano y Semana Santa, en principio no hay problemas de capacidad en los puntos de descanso más habituales.

Los albergues privados funcionan de otra manera y la mayor parte de ellos admiten reservas anticipadas por teléfono o internet/e-mail. Casi todos tienen la infraestructura necesaria para poder comunicarse con el mundo y podéis encontrarlos a través de los buscadores de internet.

Tanto en los albergues públicos como los privados facilitan información y tienen folletos, sobre todo en los más importantes, para poder echar a tu mochila y poder planificar donde comer y dormir en las siguientes jornadas.

Los hostales, hoteles, bares etc. también te pueden ayudar ante cualquier problema. En muchas ciudades hay masajistas y terapeutas que te ofrecen sus servicios para reparar las heridas que a veces aparecen sin buscarlas… es otro de los regalos del camino que hay que saber recibir.

Hay además en muchos sitios oficinas de información que te facilitan lo que necesites para planificar tu camino y adaptar las etapas a tu conveniencia.

Si alguien sufre algún problema de salud y requiere asistencia siempre habrá alguien que le ayudará y le acercará, si es necesario, a algún centro de salud o al hospital más cercano. Además, la Guardia Civil siempre estará a nuestra disposición ante cualquier situación que requiera de su intervención. Yo personalmente, a través del 112, hice una llamada y en menos de 10/15 minutos una pareja de la G.C. se desplazó desde otro pueblo y vino a atenderme.

Ah! casi se me olvidaba… todos los demás peregrinos que andan por esos caminos, salvo alguna ocasión que no merece ser considerada, estarán encantados de poder ayudar si es necesario. En el camino todos salimos dispuestos a recibir y también a dar, esa es la grandeza de esa aventura, nadie se queda dudando o se echa para atrás cuando se trata de DAR o RECIBIR. Allí se aprende a hacer eso sin condiciones, sin pensarlo, solo se siente y se hace lo que nos dicta el corazón.

1 comentario:

  1. Hola, los albergues públicos están atendidos por Hospitaleros, muchos de ellos voluntarios, tendremos que tener en cuenta que somos preregrinos, no turistas.
    El turista exige, el peregrino agradece.

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